Fondos y Bonos Chatarra

Las inversiones en bonos chatarra son usualmente inadecuadas para el inversionista promedio. Un bono chatarra se define generalmente como deuda de ingreso fijo con un mayor rendimiento.

Estos productos se consideran como bonos de baja calificación, lo cual significa que las tres mayores casas acreditadoras le han otorgado calificaciones bajas. Por ejemplo, si Standard & Poor's (S&P) o Fitch califica un bono como BB o menos, se considera basura.

El límite de Moody's para bonos basura es Ba o menos. Utilizando el estándar de S&P, todo aquello calificado BBB o más se considera no-chatarra o de alta calidad. Debemos notar que muchos consumidores se han visto afectados por la calificación BBB, ya que son tergiversados generalmente como de alta cualificación. Aunque técnicamente cierto, el problema es que estos bonos están solo un peldaño por encima de calificación chatarra.

Lo que se omite con frecuencia en presentaciones sobre bonos chatarra es que, con altos rendimientos también vienen altos riesgos. Un riesgo mayor es la quiebra.

No obstante, un dilema más común es que las casas acreditadoras simplemente degraden los bonos más, por ejemplo, de BB a B. Cuando esto ocurre, los precios de los bonos disminuirán en valor. Si el bono es a largo plazo, su fecha de vencimiento podría estar fuera del alcance para inversionistas envejecientes.

Aun si la fecha de vencimiento es cercana, siempre existe el riesgo de que el bono pueda ser restructurado, lo cual podría aplazar la fecha de vencimiento. Recuerde, el bono fue degradado porque las casas acreditadoras determinaron que la entidad estaba en una posición financiera precaria o por lo menos en un estado de deterioro.

La mayoría de los consumidores no invierten directamente en bonos basura. Por lo menos no deberían invertir en estos bonos directamente. Los consumidores son generalmente inversionistas en fondos de bonos de alto rendimiento, que es otra manera de decir bonos o fondos chatarra. Estos fondos pueden ser bien volátiles, y sujetos a condiciones del mercado a mayor grado que el fondo de bonos promedio.

Los fondos de bonos abiertos están sujetos a redenciones que ocasionan ventas forzosas dentro de la cartera. Los fondos de bonos cerrados, los cuales generalmente se negocian en una bolsa de valores, están sujetos a ventas caprichosas de inversionistas conservadores que se asustan por la volatilidad.

Generalmente, los inversionistas conservadores y aun los moderados no deberían invertir en bonos o fondos de bonos de alto rendimiento. Los retirados especialmente deben evitar estas inversiones porque el tiempo de recuperación podría ser bastante largo, y esto es asumiendo que el bono o fondo chatarra se recupere.

En el ambiente actual de intereses bajos los consumidores están buscando constantemente una tasa de rendimiento razonable sin asumir riesgos indebidos. Asesores financieros o corredores inescrupulosos podrían tergiversar la naturaleza verdadera de este tipo de bonos/fondos.

Una estrategia de ventas utilizada comúnmente es indicar que el administrador del fondo puede manejar los riesgos del fondo de alto rendimiento o que el asesor mismo puede manejar el riesgo de los bonos individuales chatarra en la cartera del cliente. La verdad del caso es que esas promesas son prácticamente imposibles de cumplir. El resultado final es que dejan a un consumidor inocente con el problema en las manos, y sufriendo las pérdidas en los ahorros para su retiro.

Es bastante común que los asesores financieros o corredores usen el modesto incremento en rendimiento de los bonos/fondos de alto rendimiento como una forma de tentar a sus clientes a entrar en este tipo de inversiones, mientras minimizan sus riesgos.

Como inversionista, usted descansó en las representaciones de su asesor de confianza, de que los bonos/fondos eran razonablemente seguros. La mayoría de los inversionistas que invierten en instrumentos de renta fija no buscan un gran día de pago. Solamente buscan una tasa de rendimiento razonable.

Shepherd Smith Edwards & Kantas ha estado representando consumidores por más de 30 años. Ha habido una serie de crisis relacionadas con bonos durante las últimas décadas. En cada una de ellas, hemos estado a la vanguardia de los litigios representando inversionistas afectados. Nuestra experiencia en este campo en particular tiene pocos rivales a nivel nacional.

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